Con la presencia del Vicerrector Académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Nelson Vásquez, y del Director de la Escuela de Pedagogía, José Miguel Garrido, se realizó el viernes 28 de julio la entrega de certificados de la 3º versión del diplomado “Mentoría: una oportunidad de desarrollo profesional” que fue cursado por 40 profesores de establecimientos educacionales de la Región de Valparaíso.
El Diplomado – efectuado en el contexto del Convenio de Desempeño Formación Inicial de Profesores junto a la Escuela de Pedagogía- estuvo dirigido a profesores que están desarrollando la labor de Mentoría de estudiantes en prácticas de las carreras de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, durante el primer semestre de 2016.
El proceso de formación tuvo como objetivo central desarrollar habilidades para una mentoría efectiva, incluyendo retroalimentación, modelamiento y reflexión para motivar el crecimiento profesional en otros y en sí mismo.
Nelson Vásquez, Vicerrector Académico de la PUCV, se refirió a la relevancia del desarrollo profesional de los docentes en un contexto de políticas públicas que están transformando el sistema escolar. En ese sentido, destacó la trayectoria de la Universidad formando profesores por más de 60 años.
“Este programa de profesores mentores es un esfuerzo de larga data y varias etapas. El programa busca entregar herramientas para apoyar la labor formativa de los profesores en formación. Para transformar las escuelas, el profesor en el aula es clave para marcar la diferencia, lo cual es más decisivo en contextos de mayor vulnerabilidad”, señaló.
Por su parte, Marta Quiroga, Jefa de la Unidad de Formación Inicial de Profesores PUCV, relevó la experiencia vivida por los docentes en torno a la Mentoría teniendo como centro mejorar la enseñanza desde la experiencia.
“Lo que comunica el mentor a los profesores en formación es un conocimiento acumulado en el hacer y en el pensar sobre el hacer, donde aparece la primera constatación que es la experiencia (…) El mentor representa pasado, presente y futuro en la profesión docente”, expresó.
En representación de la Escuela de Pedagogía, el Director José Miguel Garrido, acentuó los ejes de práctica como espacios que deben permitir al profesor en formación despegar sus capacidades para desenvolverse en escenarios educacionales diversos.
Este desafío, dijo, ha sido asumido por el diplomado “Mentoría: una oportunidad de desarrollo profesional” por lo que resaltó que los docentes que finalizan esta etapa de formación cuentan con “más y mejores herramientas que contribuyen a la formación de profesores”.
La profesora Carolina Saavedra, mentora de la Escuela República del Líbano, valoró el aporte de la Universidad en la mejora de los aprendizajes a través de la formación continua. “Una educación de calidad con sólidos valores y sustentos teóricos que fomenten la creatividad y el esfuerzo no da lo mismo. No daba lo mismo cuando estudié en esta Universidad y no da lo mismo cuando ya titulados recae sobre nuestros hombros la tarea de entregarlo similar o mejorado de aquello que recibimos”.
Asimismo, enfatizó que “un acompañamiento efectivo de un buen profesor mentor puede marcar la diferencia entre un profesional y otro”.
Finalmente, la profesora de la Escuela de Pedagogía y relatora del diplomado Valentina Haas, subrayó la importancia de la triada formativa: mentor, tutor y profesor en formación.
La docente también relevó el entusiasmo, compromiso y responsabilidad con la que los profesores asumieron el reto de fortalecer su rol mentor. “Ellos entendían su rol y responsabilidad como mentores, y cómo favorecer procesos de profesionalización en torno a los aprendizajes desde el análisis y la retroalimentación”, destacó.