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Doctorado en Educación de la Escuela de Pedagogía dio inicio a sus clases con recibimiento a su primera cohorte de estudiantes

En el programa convergen tres líneas de investigación, diversas y entrecruzadas, que buscan analizar en profundidad los fenómenos interseccionales con los que se enfrentarán los y las doctorandas desde la perspectiva de la justicia social: “Ecosistemas de Enseñanza y Aprendizaje”; “Ciudadanía, Inclusión y Diversidad”; “Políticas Educativas, Gestión y Liderazgo Institucional”.

La Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), unidad académica adscrita a la Facultad de Filosofía y Educación y que forma profesores de Educación Básica, Especial y Parvularia, dio inicio a las clases de su nuevo Programa de Doctorado en Educación. Postgrado que busca brindar solidez al fenómeno educativo, a partir de la investigación e integración en la comunidad científica educativa, situando a la Justicia Social como principio teleológico de su quehacer.

Bajo la dirección de la profesora Dra. María Leonor Conejeros, este doctorado refleja las últimas ideas e investigaciones sobre educación, a través del lente de los valores de la equidad y la inclusión. Adscribe así al principio universalista que concibe la educación como un derecho fundamental, al principio de participación social, que aborda dicho fenómeno desde un paradigma inclusivo, de coexistencia en la diversidad y que considera a los sectores vulnerables en un lugar prioritario dentro del sistema. Así como también, a la Justicia Social en sus dimensiones de redistribución, reconocimiento y representación o participación.

Investigación QUE APORTE

 “A nivel nacional y en términos educativos, Chile, está viviendo situaciones bastante complejas, por ejemplo, la falta de cupos en las escuelas y los problemas que han surgido con el traspaso desde los municipios a los SLEP o Servicio Local de Educación Pública. Estas situaciones pueden alejarnos del norte de una educación que acoja a todos. De ahí que el propósito de este doctorado sea formar investigadores capaces de ver y cuestionar esa realidad, pero, sobre todo, capaces de dar respuestas sensibles, efectivas y que reconozcan las identidades de las personas y las comunidades inmersas en estos espacios. Esto implica la necesidad de respuestas que sean tanto efectivas como respetuosas de la diversidad y las particularidades de cada individuo y grupo”, explica María Leonor Conejeros.

El concepto de justicia social atraviesa todo este doctorado, “necesitamos cuestionarnos qué está ocurriendo en la realidad a nivel educativo. Nuestros estudiantes parten el doctorado con una asignatura que tiene que ver con el análisis de las problemáticas de justicia social en educación, entonces, de entrada, tienen una asignatura que va ir guiando su quehacer en este ámbito”, comenta la profesora Conejeros.

Subyacen a este doctorado, además, tres líneas de investigación, diversas y entrecruzadas, que buscan analizar en profundidad los fenómenos interseccionales con los que se enfrentarán los(las) doctorandos(as) desde la perspectiva de la justicia social: “Ecosistemas de Enseñanza y Aprendizaje”; “Ciudadanía, Inclusión y Diversidad”; “Políticas Educativas, Gestión y Liderazgo Institucional”. Ejes que contribuyen, desde sus distintivos énfasis, a la construcción de nuevo conocimiento, al desarrollo y al mejoramiento de las prácticas de indagación de los estudiantes doctorandos.

“El desarrollo de este doctorado también significó volver a repensar las líneas de investigación de la Escuela de Pedagogía y repensar el impacto que queremos que tengan en el territorio. Es decir, en la escuela, en el sistema educativo local, nacional y latinoamericano. Este doctorado tiene un fuerte foco en la internacionalización, por lo tanto, cualquier transformación social educativa se piensa desde la perspectiva internacional. A su vez, todo lo que vaya emergiendo de las investigaciones de los estudiantes del doctorado, permea los rediseños curriculares de la formación de pregrado”, explicó Marcela Jarpa, directora de la Escuela de Pedagogía.

Calidad, flexibilidad y formación de capital humano avanzado

Durante los últimos años, la Escuela de Pedagogía de la PUCV, ha venido desarrollando un proyecto formativo de alto estándar en la región y en el país, que se ha consolidado paulatinamente en el último tiempo. En concordancia con lo anterior, la evidencia de productividad científica e indicadores de calidad en pregrado, postgrado, formación continua, investigación y vinculación con el medio, confluyeron en la creación y apertura de este doctorado.

“El doctorado abre para nuestra escuela otro nuevo y gran desafío: su acreditación. La ley invita a las universidades a acreditar los programas que ofrecemos, sobre todo, los programas de doctorado al haber cumplido un año desde la apertura. Dado lo anterior, ya estamos trabajando en eso. Sin duda es un gran desafío que nos transformará internamente, pero que, a su vez, nos permitirá convertirnos en una mejor escuela de educación e impactar en el sistema educativo”, señaló Marcela Jarpa.

Otro de los objetivos del programa es la formación de talento especializado, capaz de contribuir a generar los cambios necesarios para el desarrollo de los sistemas educativos. En ese sentido, el decano de la Facultad de Filosofía y Educación, profesor José Miguel Garrido señala, “la creación de este doctorado, significa la apertura de un espacio para la formación de capital humano avanzado, destinado a innovar en el ámbito pedagógico, favoreciendo la formación de personas que puedan influir y hacerse cargo de las necesidades reales, de lo que está sucediendo en el ámbito educativo. Un espacio con un potencial enorme para transmitir todo el conocimiento que la Escuela de Pedagogía ha ido cultivando a lo largo de los años”.

Primera cohorte de estudiantes

El primer grupo de estudiantes de este doctorado está compuesto, principalmente, por educadores y profesores, siete en total, quienes fueron recibidos en un desayuno en las dependencias de la Escuela de Pedagogía. Instancia en la que pudieron compartir su experiencia profesional previa y sus intereses de investigación de cara a lo que será su permanencia en el doctorado. Así como también conocer a parte del claustro académico del programa y algo más sobre de la universidad.

Uno de los doctorandos es José González, quien ingresó al programa con el interés de investigar el aprendizaje en espacios no formales. “Espacios donde no hay una persona enseñando directamente, sino como aprendes participando en la comunidad. Eso está relacionado con la primera línea de investigación del doctorado: Ecosistemas de Enseñanza y Aprendizaje y con la tercera línea de “Políticas Educativas, Gestión y Liderazgo Institucional. Una pregunta que me interesa en particular es ¿cómo aprenden los profesores en el ejercicio de su profesión? y ¿de qué forma ese espacio del colegio es o podría ser un espacio donde los profesores pudieran aprender”.