Se trata de las profesoras Elizabeth Donoso, Yazna Cisternas, Alejandra Verdejo, Paula Ortuzar y el profesor Juan de Dios Oyarzún. Este reconocimiento reafirma el compromiso de esta unidad académica con la excelencia y la transformación del sistema educativo en Chile.
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) celebró con entusiasmo su tradicional ceremonia de reconocimiento a la Docencia, Investigación y Vinculación Destacada 2024, un evento que destacó el invaluable aporte de su cuerpo académico en diversas áreas del conocimiento, contribuyendo a la formación de excelencia que posiciona a la PUCV entre las cinco mejores universidades del país.

En la ceremonia, celebrada ayer 9 de marzo, la universidad rindió homenaje a seis profesores de la Escuela de Pedagogía PUCV, quienes fueron distinguidos por su excepcional labor en los ámbitos de Docencia, Innovación para la Docencia, Investigación y Vinculación con el Medio: Alejandra Verdejo, Juan de Dios Oyarzún, Yazna Cisternas, Sandra Catalán, Elizabeth Donoso y Paula García. La ocasión estuvo marcada por un ambiente de camaradería y reconocimiento mutuo, con la participación de autoridades académicas y la comunidad universitaria.
La ceremonia fue presidida por el rector Nelson Vásquez, quien estuvo acompañado por las vicerrectoras académica, Claudia Mejías, y de Vinculación con el Medio, Jacqueline Páez, así como por el vicerrector de Investigación, Creación e Innovación, Luis Mercado. El Vice Gran Canciller, fray Cristian Eichin Molina ofm, dio inicio al evento con una bendición que abrió la jornada de distinciones.
En su intervención, el rector Vásquez destacó la importancia de esta premiación como un testimonio del legado de los académicos que han contribuido al engrandecimiento de la PUCV durante casi 97 años de existencia. “Es un orgullo ser parte de esta universidad y también una gran responsabilidad para incidir en la sociedad, contribuyendo a un país más justo y equitativo”, expresó.
En la categoría de docencia, la profesora Elizabeth Donoso fue galardonada por su compromiso con la formación de futuros profesionales. Sobre este premio, la académica destacó su enfoque pedagógico centrado en la participación activa de los estudiantes. “A lo largo de mi trayectoria docente, he implementado enfoques pedagógicos que no solo buscan transmitir conocimientos, sino también desarrollar en mis estudiantes habilidades críticas y una participación activa en su propio proceso de aprendizaje. Algunas de las estrategias que me han resultado más efectivas destaco: enseñanza reflexiva y prácticas situadas porque para mí, es fundamental que los futuros profesionales de la educación especial sean capaces de cuestionar y perfeccionar constantemente su desempeño”, comentó.

En el ámbito de la investigación, el Dr. Juan de Dios Oyarzún, fue reconocido por su labor en la investigación socioeducativa, enfocada en dar visibilidad a realidades que a menudo quedan al margen del debate académico. “En este sentido, busco visibilizar algunas voces y realidades de nuestro sistema educativo que no han sido problematizadas por la investigación educativa, en contextos regionales, rurales o los márgenes de la vida urbana; así como en minorías socioculturales de diversas características. Con ello, la investigación en que colaboro espera contribuir a un sistema más justo y que permita generar experiencias socioeducativas pertinentes a la vida de los jóvenes y la escuela de nuestros territorios”, explicó Oyarzún.
En la categoría de Vinculación con el Medio, fue distinguida la jeda de carrera de la Escuela de Pedagogía, profesora Alejandra Verdejo, quien destacó que la formación docente debe ser un proceso que no esté aislado de su entorno. “Es fundamental que nuestros estudiantes desarrollen una mirada crítica y reflexiva sobre la realidad, para que puedan transformar sus prácticas pedagógicas y contribuir al desarrollo de una educación inclusiva y equitativa”, señaló Verdejo, quien también hizo énfasis en la importancia de preparar a los futuros profesionales para ser agentes de cambio.

Al ser consultada sobre los desafíos que enfrenta la innovación educativa, la Dra. Yazna Cisternas Rojas, reconocida en la categoría de Innovación en Docencia, comentó que uno de los principales obstáculos es la resistencia al cambio, tanto a nivel macro como entre los propios docentes, quienes frecuentemente mantienen prácticas tradicionales. Además, destacó la necesidad urgente de fomentar el pensamiento crítico, ya que la educación sigue siendo concebida como transmisión de conocimientos, en lugar de un espacio para desarrollar habilidades de resolución de problemas. “La integración curricular e interdisciplinaria se ve agravada por la dificultad de coordinar los programas de formación y los fines de la misma”. Como posibles soluciones, propuso “la implementación de estrategias de aprendizaje activo, tales como el aprendizaje basado en problemas, gamificación y uso de tecnologías con inteligencia artificial”. Finalmente, subrayó la importancia de crear redes docentes y comunidades de aprendizaje que promuevan la innovación educativa.
En cuanto a la profesora Sandra Catalán, quien también fue distinguida en la categoría de docencia, expresó lo siguiente sobre el valor de integrar la investigación educativa con la docencia:
“La investigación educativa y la docencia universitaria se pueden y se deben integrar para enriquecer la formación de Profesores y profesoras, toda vez que se hace necesario y urgente que los docentes se les conciba como permanentes indagadores en sus propios contextos. La integración permite que los estudiantes se motiven por el conocimiento y exploren nuevas ideas, tendencias y miradas respecto de la pedagogía, reflexionando acerca de sus propias prácticas, nutriéndolas constantemente. Esta vinculación favorece los procesos de enseñanza y aprendizaje, contribuyendo al avance de la educación en las distintas disciplinas y ámbitos educativos. Asimismo, la integración de la investigación con la docencia hace posible que los futuros docentes construyan y reconstruyan el saber pedagógico, mediante la autocrítica y la identificación de fortalezas y barreras por derribar.”
Sobre el impacto de su labor, añadió: “Creo que ha sido bien recibido, ya que estudiantes que han sido aprendices en las asignaturas que he impartido han comenzado en la senda de la investigación, vislumbrando un camino distinto al imaginado cuando ingresaron a la carrera de Educación Especial. Este camino, no exento de dificultades, es muy reconfortante y tremendamente valioso cuando nos damos cuenta que con nuestros estudios logramos, al menos en cierta medida, colaborar con la educación y con ello con la transformación de la sociedad”.

Mirada hacia el futuro
El evento cerró con una reflexión sobre los desafíos y responsabilidades de la academia en un contexto global cada vez más complejo. En palabras del rector Vásquez, “la labor de nuestros académicos y académicas es fundamental para continuar posicionando a la PUCV como una institución de excelencia, tanto a nivel nacional como internacional. El reconocimiento a la docencia, la investigación y la vinculación con el medio es solo un reflejo del compromiso y la dedicación de nuestros profesores en la construcción de una educación más inclusiva y transformadora”.
Con esta ceremonia, la PUCV reafirma su compromiso con la calidad educativa y con la responsabilidad social de formar profesionales que puedan incidir positivamente en la sociedad, contribuyendo a la creación de un futuro más justo, equitativo y próspero para todos.