En un mundo cada vez más consciente de las disparidades sociales y la necesidad de equidad, la investigación cualitativa emerge como una herramienta crucial para comprender y abordar los desafíos de justicia social. Al profundizar en las experiencias, perspectivas y contextos de las comunidades marginadas, esta forma de investigación arroja luz sobre las causas subyacentes de las inequidades y ofrece insights para la acción transformadora.
El pasado jueves 25 de abril, se desarrolló en el campus Sausalito el Conversatorio «Desafío de la Investigación cualitativa para la justicia social», presentado por la Dra. Nina Hidalgo Farran, académica de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Grupo de investigación Cambio Educativo para la Justicia Social (GICE). La actividad tuvo como objetivo generar un diálogo colaborativo con investigadores de instituciones internacionales, la comunidad de académicos y estudiantes postgrados
La investigación cualitativa se distingue por su enfoque en la comprensión profunda de los fenómenos sociales a través de métodos como entrevistas en profundidad, observación participante y análisis de contenido. Estos métodos permiten a los investigadores capturar la complejidad de las experiencias humanas y revelar las estructuras de poder que perpetúan la injusticia. Uno de los desafíos principales que enfrenta la investigación cualitativa en su búsqueda de justicia social es la representatividad. “Cuando hablamos de qué es investigar es llevar a cabo un proceso organizado de recogida de datos sistemático para obtener un conocimiento que mejore la comunidad científica de educación. Es decir, cuidado cuando nuestro objetivo de investigación es mejorar algo, porque eso no es investigación, que con el conocimiento que yo obtenga después a continuación puede suponer una mejora en la política pública, una mejora en la toma de decisiones, sí, pero mi objetivo de investigación siempre tiene que ser obtener un conocimiento, conocer algo”, enfatizó la Dra. Hidalgo.
Hablando desde el punto educacional, la investigación cualitativa contribuye a la reflexión de los profesionales en la educación y mejorar la formación de docentes y otros profesionales. La Dra. Hidalgo, expone que “con la investigación educativa, tenemos que tener en foco que lo que vamos a obtener, el resultado final de lo que hagamos, es un conocimiento. Los fenómenos educativos son multidimensionales y eso hace que investigar en educación no sea tarea fácil. Porque nunca vamos a poder tener en cuenta todos los factores, todas las variables, todos los elementos. Pero no pasa nada, porque es la naturaleza de los hechos sociales en general, no solo de la educación. Es importante entender que tenemos que intentar focalizarnos en algo que creamos, que, por supuesto es relevante para la comunidad científica, pero que además seamos capaces de recoger una evidencia fiable, válida, interesante, relevante, etc. Es decir, no quedarme solo en lo que yo creo o en lo que yo pienso. Tenemos que recoger datos”.
En un mundo marcado por la desigualdad y la injusticia, la investigación cualitativa emerge como una herramienta esencial para promover la justicia social. Al explorar las narrativas y experiencias de aquellos marginados o excluidos, esta forma de investigación no solo revela las raíces de la inequidad, sino que también proporciona un camino hacia la acción transformadora. Aunque enfrenta desafíos en términos de representatividad y ética, su capacidad para generar entendimiento profundo y contextualmente relevante la posiciona como un recurso invaluable en la lucha por un mundo más justo e inclusivo.
