Esta unidad proporciona a todas las carreras de Pedagogía de la PUCV, formación en aspectos constitutivos de la profesión docente; el estatuto profesional y epistemológico del quehacer docente; la formación integral desde la perspectiva humana, valórica y cultural; la labor docente como un acto político, ético y virtuoso; el desarrollo de una racionalidad crítica, tanto en temáticas de la formación de profesores y políticas públicas; las prácticas docentes de los y las estudiantes de pedagogía, y lo referido a las competencias profesionales.
Si bien, durante los últimos años, el imperativo del sistema educacional chileno, ha sido mejorar los resultados de los estudiantes, también lo ha sido, mejorar la calidad de la experiencia profesional en el ejercicio de la profesión docente. Necesidad profundizada con la pandemia del covid-19 y los desafíos derivados de ésta, en relación a la forma de asumir la docencia. Fenómeno al que se suman las altas tasas de deserción entre los nuevos docentes y la conducente escasez de profesores de calidad trabajando en los establecimientos más desfavorecidos del país.
De hecho, un estudio del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la U. de Chile da cuenta de la magnitud y evolución del retiro temprano y de la movilidad laboral de los docentes chilenos. La investigación indica que entre 2005 y 2016, alrededor del 20% de los profesores noveles se retiró del sistema escolar antes de cumplir 5 años trabajando y el 30% lo hizo al cumplir 10 años de años de docencia. Este estudio revela también que las especialidades con más retiro de docentes son las de Educación Parvularia y Enseñanza Media (técnico-profesional y científico-humanista).
Saber pedagógico: más allá de la experiencia y la especialización
Si bien, la calidad de los docentes es un pilar fundamental en la mejora del rendimiento estudiantil, la mayoría de los indicadores que evalúan su desempeño, suelen dejar en un segundo plano, otro indicador relevante: su saber pedagógico. Un concepto que no solo abarca los niveles de especialización o años de experiencia del profesorado, sino también sus habilidades para crear entornos de aprendizaje profundos y equitativos para todas y todos sus alumnos. Ámbito donde reside la transformación del sistema educativo en uno más justo y socialmente inclusivo.
En este escenario desafiante donde la calidad de la experiencia profesional docente es tan crucial como el rendimiento de los estudiantes, el Componente Pedagógico de la Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), destaca como un ejemplo de excelencia y compromiso con la formación de docentes de alta calidad. Desde su creación en 1982, esta área académica, ha sido fundamental en la construcción del saber pedagógico, proporcionando a los estudiantes no solo conocimientos teóricos, sino también herramientas prácticas para enfrentar los constantes desafíos del mundo educativo.
En el Componente Pedagógico de la Escuela de Pedagogía, convergen la construcción del saber pedagógico, es decir, el conocimiento que proporciona el sustento epistemológico a la enseñanza y el desarrollo e implementación de distintas materias. Asignaturas entre las que se encuentran “Práctica Inicial”, “Taller de aprendizaje y desarrollo adolescente”, “Fundamentos Filosóficos y Sociales de la Educación”, “Psicología social aplicada en la escuela y su comunidad”, “Educar en y para la Diversidad”, “Tecnologías digitales para el aprendizaje y el desarrollo profesional docente”, “Teoría y Planificación Curricular”, “Evaluación del y para el Aprendizaje”, “Identidad Profesional Docente”, “Políticas públicas educativas y gestión escolar”, “Investigación Educativa y Pedagógica”. Asignaturas que tienen como propósito otorgar a los estudiantes herramientas, teóricas y prácticas, que les permitan comprender los distintos contextos de aprendizaje.
Seguimiento a las mallas curriculares y a las competencias
“En la PUCV tenemos trece carreras de Pedagogía que, por un lado, se componen o constituyen por un saber disciplinar y, por otra parte, por un saber pedagógico, que es teoría y práctica al mismo tiempo. A estos programas se les denomina concurrentes, ya que en la trayectoria de sus estudiantes convergen estos saberes. Por lo tanto, una función clave del componente tiene que ver con darle seguimiento y monitorear la implementación de las mallas curriculares de estas carreras, procurando la concurrencia de asignaturas que son pedagógicas y otras que son disciplinarias y que deben ir orientando la formación de los estudiantes”, explica el jefe del Componente Pedagógico de la PUCV, Dr. José Miguel Olave.
Otra función clave del Componente Pedagógico, según explica el profesor Olave, es darles seguimiento a las competencias, y al sentido final de una formación pedagógica de excelencia vinculada a su territorio. “En esta lógica, generamos un modelo de seguimiento a las competencias, porque estas mallas están conformadas, en el caso de las pedagogías, por diez tipos de competencias. La responsabilidad del Componente Pedagógico en este ámbito es monitorear cómo se están desarrollando, y atender a los desafíos de formación en el marco del sistema educativo chileno. Por ejemplo, una asignatura determinada contempla una serie de evaluaciones específicas, el resultado de esas evaluaciones da cuenta de cómo los estudiantes van adquiriendo esa competencia”.
Investigación pedagógica y actualización de las políticas educativas
La investigación es otra función clave del Componente Pedagógico, la cual se encuentra enfocada, principalmente, en la investigación pedagógica en ámbitos como la formación docente, los desafíos profesionales, la actualización de las políticas educativas referidas a la formación inicial, que asumen desafíos educativos actuales como el ejercicio de la ciudadanía, la sustentabilidad y la inclusión. Mientras que una tercera función, se ocupa de apoyar y promover iniciativas que surgen desde la propia universidad en la formación inicial docente.
“Nuestra universidad mantiene una preocupación constante por la formación docente. En ese sentido, el Componente Pedagógico, también colabora a nivel institucional, profundizando, por ejemplo, en los resultados de la Evaluación Nacional Diagnóstica de la Formación Inicial Docente (END), en ajustes curriculares y actualización de los planes de estudio, o en la generación de estrategias de trabajo entre las distintas pedagógicas, como también en los procesos de acreditación de las carreras. Es decir, el Componente Pedagógico es un apoyo para la implementación y profundización de esas políticas”, agrega el profesor Olave.
Así y en medio de la urgencia por mejorar tanto los resultados estudiantiles como la calidad de la experiencia profesional docente, el Componente Pedagógico, emerge como un actor clave en la búsqueda de soluciones concretas. A través de su enfoque en la investigación pedagógica, la actualización de políticas educativas y el seguimiento riguroso de las competencias, demuestra su compromiso no solo con la formación inicial, sino también con el desarrollo y la mejora continua de los profesionales de la educación. En este sentido, su labor trasciende las aulas universitarias para impactar positivamente en la educación chilena en su conjunto, contribuyendo así a la transformación de un sistema educativo más justo y equitativo.