Durante el mes de mayo, la carrera de Educación Básica PUCV renovó su Centro de Estudiantes (CEE), tras un proceso eleccionario que contó con la participación de un 51,4 % de sus estudiantes y el rol clave del Tricel.
La nueva mesa directiva está conformada por:
Yasna Salgado- presidenta
Constanza Pardo- vicepresidenta
Natalia Lizama- secretaria
Paz Chávez- tesorera
Ivonne Rodríguez- delegada de medioambiente
Antía Olivares- delegada de medioambiente
Judith Ávalos- delegada de deportes
Enzo Sepúlveda Pezoa- delegado de deportes
José Sepúlveda Sánchez- coordinación de actividades
Isidora Céspedes- coordinación de actividades
Noemí Olguín de la Paz- delegada de Cultura
Emily Juri- delegada de Cultura
Sofía González- Vinculación, equidad y género
En este contexto, conversamos con el nuevo Centro de Estudiantes de Educación Básica, para conocer sus proyecciones, reflexiones y anhelos como representantes estudiantiles.
Creyendo en la transformación
Al ser consultados por la principal motivación para postular al CEE, la respuesta es que creen en los procesos de transformación. “Cuando ingresé sentía que no había una representación real y una cara visible, y creo que eso fue uno de los mayores motivantes. Creo que se pueden hacer cosas, que la Universidad es un buen nicho y hay muchos compañeros y personas que habitamos esta misma Universidad, y ser representante es tener esa responsabilidad colectiva”, expresa Yasna Salgado.
Añade que ser representante implica trabajo, tiempo, organización, diálogo y vinculación con otras personas, lo cual han asumido desde la diversidad de integrar a estudiantes de distintas generaciones.
Para José Sánchez, una de sus motivaciones es generar instancias de encuentro y unión dentro de la carrera, tratando de llegar a todas las generaciones con objetivos comunes.
“Estas instancias son la antesala de lo que seremos a futuro”, agrega Constanza Pardo, haciendo alusión al rol docente con opinión y participación como futuros profesores.
Proyecto
Como representantes esperan cumplir con lo prometido. “Venimos de una instancia de pandemia, de inseguridad, de no confiar en el otro, y sería una bonita instancia para decir: cumplimos, se logró”, señala Yasna Salgado.
En ese marco, se establecieron áreas para que todas las propuestas se desarrollen de manera prioritaria. El área cultural, el tema de equidad y género, la realización de un huerto y abrir áreas de conocimiento disciplinar hacia lo práctico son parte de los objetivos proyectados.
Para los futuros docentes es importante cuestionar el currículum que se enseña, tanto a nivel escolar como universitario, para promover los cambios necesarios y visibilizar otras disciplinas.
“Somos un universo de habilidades dentro de la carrera. No solo venimos a estudiar, porque todos tenemos muchas habilidades y debemos dar el espacio para mostrarlo”, manifiestan los representantes estudiantiles.
Uno de sus principales retos es establecer estatutos formales dentro de la carrera, que no limiten la participación y que permita que estudiantes desde primer año sean parte de instancias formales de representación.
Su idea es conformar un CAA seguro, diverso y confiable, donde todos pueden aportar, puntualizaron.
Pandemia y la carrera que sueñan
Tras 2 años de pandemia, el regreso a la presencialidad ha puesto a prueba la salud física y mental. Aspectos que no están ajenos a la realidad de los estudiantes, que ven con preocupación los altos índices de depresión y cuadros de ansiedad que afectan a muchas/os estudiantes universitarios.
En ese sentido, esperan generar instancias para apoyar a quienes lo necesiten, por ejemplo, en manejar la ansiedad, y/o recibir la ayuda psicológica.
Por eso, proyectan establecer dentro de la carrera un área que apoye situaciones de crisis de ansiedad o crisis de pánico. La idea es generar un espacio seguro, sala de contención y el apoyo necesario, además de socializar las instancias de ayuda en estas materias.
Asimismo, como estudiantes esperan desarrollar habilidades para entregar la contención necesaria y apoyarse de manera colectiva.
A futuro se sueñan como una carrera unida, participativa, democrática, vinculada con el medio, inclusiva, donde se viva un trabajo cooperativo con estudiantes, profesores y funcionarios, que sea transformadora y que quienes egresen como ex alumnos la reconozcan como parte crucial de sus vidas.
