El pasado lunes 6 de mayo se realizó un coloquio en la Sala de Consejo de la Escuela de Pedagogía PUCV ubicada en el Campus María Teresa Brown de Ariztía. El encuentro estuvo comandada por la Jefa de Investigación y Estudios Avanzados, Sandra Catalán y contó con la presencia de la Dra. Inmaculada Gómez quién dictó la charla “Inclusión Escolar y atención a la diversidad en las escuelas andaluzas”.
En el contexto de la celebración de los 60 años de la Escuela de Pedagogía, la investigadora de la Universidad de Huelva, se refirió al panorama de Andalucía, respecto cómo se está intentando llevar una cultura basada en la inclusión escolar, utilizando como ejemplo lo que ella llamó “buenas prácticas” las cuales se reflejan en desarrollar proyectos, realizar trabajos cooperativos y gestionar comunidades de aprendizajes en las distintas escuelas.
Así también, detalló sobre los principales elementos que deberían tener las escuelas para ser inclusivas, recalcando el valor que tiene la dinamización de los recursos humanos, como también la planificación y coordinación adecuada que debe existir entre profesores. Por otra parte, también relevó la importancia que tiene el diálogo y compromiso que debiera existir entre los líderes de las escuelas y los educadores de aula.
De esta manera, al terminar la ponencia de Inmaculada Gómez se abrió la conversación hacia los profesores, estudiantes y ex alumnos de la Escuela de Pedagogía presentes, momento donde pudieron hacerle preguntas a la invitada, entre las cuales destacaron temas como las horas de trabajo, la estandarización de las evaluaciones y sobre cómo equilibrar lo exigido por el ministerio o directivos y lo demandado en cuanto a los avances en términos inclusivos.
Gómez, se mostró agradecida por la invitación y señaló “es un reconocimiento a mi carrera el poder asistir a esta jornada de los 60 años de la Escuela de Pedagogía PUCV y para mí es un honor poderlo hacer con un tema tan importante como es la inclusión escolar y la atención a la diversidad que es en la línea en la que trabajo”.
Al ser consultada por el panorama chileno en cuanto a la educación inclusiva comentó: “Chile ha avanzado mucho ya que tiene políticas educativas que hablan de inclusión escolar, tiene introducidos los principios inclusivos en sus normativas y además también hay toda una línea de investigación y de profesorado en las universidades que se dedica a esto. Creo que es una base importante, que hace 20 años no lo teníamos y que esto puede hacer cambiar y promover que en las escuelas que se desarrollen en un futuro, exista atención a la diversidad y la inclusión escolar.
Por otra parte, Sandra Catalán, Jefa de Investigación y Estudios Avanzados valoró positivamente el encuentro y señaló: “fue un tremendo honor que una persona con esa trayectoria profesional pueda estar con nosotros compartiendo elementos que no son necesariamente de la investigación, porque ella es claramente es investigadora de hace bastante tiempo, pero que venga gente que esté en las escuelas, que esté en el aula, que esté formando parte de los programas, de los proyectos y no solo desde la investigación, sino desde la praxis educativa, es bueno. Entonces, independiente del contexto, porque son diferentes, pero desde los cuales se ha podido vivir la inclusión trabajando directamente con profesores, con comunidad familiar, con el equipo directivo y también ver el compromiso que se da desde los estudiantes, desde los distintos agentes educativos, en realidad, nos permite visibilizar de que sí la inclusión educativa es posible, pero requiere de un compromiso, de una responsabilidad, de una actitud pro cambio, pro inclusión y eso es importante que lo escuchen de la voz más directa nuestros estudiantes”.
A propósito de lo relevado por Gómez sobre las comunidades de aprendizajes, agregó: “aquí en chile, esa es una de las estrategias que se está utilizando para atender la diversidad del alumnado es la co-docencia, cuando le profesor de aula regular ya sea uno de enseñanza básica o enseñanza media, más uno de educación especial o diferencial, trabajaban de manera colaborativa, eso es la primera base de las comunidades de aprendizaje porque uno aprende del otro y en ese aprendizaje se logra una retroalimentación, una comunicación afectiva y un vínculo directo en el qué hacer disciplinario permite que ambos crezcan, si esta comunidad de aprendizaje se aplicaran mucho más y no solo quedara a nivel de co-docencia y también se incorporarán, como ocurre en las escuelas con programa de integración escolar, psicólogos, fonoaudiólogos, se haría realmente mucho más fuerte para poder trabajar con los niños, niñas y jóvenes que no solo presentan necesidades educativas especiales, sino que presentan y tienen otras condiciones”.