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Intercambio Estudiantil en Universidad de Murcia, España- septiembre de 2018 a marzo 2019
“España siempre fue un lugar al que aspiré visitar, debido a su gran diversidad de cultura y arquitectura. Con los años se fue dando que allí se conocían grandes avances en educación inclusiva, que podría aportar directamente con mi profesión.
Gracias al intercambio pude conocer diferentes formas de vida, expandir mis habilidades sociales, descubrir lugares nuevos, aprender de mí misma y mantener vínculos de amistades que se mantienen hasta el día de hoy”.
Valoración Académica
“Homologué prácticas profesionales con mención en dificultades del aprendizaje. La experiencia fue irremplazable, ya que al cursar una práctica profesional tuve contacto directo con diferentes profesionales y conocer a cabalidad la realidad de un establecimiento y sobre todo de los niveles asignados, pudiendo formar parte directa de un equipo de aula, en el cual la realidad educativa puede ser enriquecida por las experiencias de todos los que conformaron el equipo.
El regreso a la PUCV fue abrupto, ya que dentro de un período corto tuve que defender mi tesis, con muchos cambios emocionales que requerían nuevamente adaptarme a otra realidad, ya no como estudiante, sino como profesional”.
Retos del intercambio
“Un reto importante fue la adaptación al cambio de manera permanente, ya que en cada ciudad la cultura, el diálogo, la alimentación y las actividades eran completamente diferentes.
Había que desarrollar habilidades sociales, sobre todo para interactuar con una diversidad diaria, en distintos idiomas, bajo diferentes contextos y estar en búsqueda de soluciones rápidas en situaciones inesperadas, por ejemplo, no encontrar un lugar, tomar transporte, entre otras”.
Reflexión de la educación española
“La educación española, específicamente el contexto que pude conocer (Colegio Público Federico de Arce, Murcia), tiene muchos facilitadores. En primer lugar, el contexto cultural reúne a diferentes nacionalidades, las cuáles dentro de las clases eran consideradas y respetadas dentro de las actividades. Desde estudiantes con ascendencia gitana hasta familias refugiadas de Ucrania.
En segundo lugar, el acceso universal tanto estructural como comunicacional, podía verse reflejado de forma diaria y explícita con estudiantes de los niveles designados.
Por último, la experiencia dentro de un aula abierta (aula con estudiantes en situación de discapacidad) y la transición que se realiza a un aula regular, es un paso más que en nuestro país no se evidencia, ya que la idea de este espacio es realizar acciones a nivel institucional que favorezcan la inclusión de los y las estudiantes para que en algún momento formen parte permanente de su nivel afín”,
Recomendación de la experiencia
“Lo recomiendo totalmente. Sin embargo, es necesario gestionar nuevas posibilidades de intercambio, no solo un país con una ciudad en específico.
Las sugerencias son: informarse de experiencias anteriores, buscar alojamiento seguro (si es posible de forma directa con la universidad o con estudiantes que hayan vivido la experiencia), abrir una cuenta de ahorro (a pesar de que la universidad entrega una parte de tus gastos, en ocasiones estos solo alcanzan a cubrir el pasaje al país de destino), reunir con tiempo papeles que solicita la embajada del país a destino, ser organizado con los gastos, no limitarse a conocer personas nuevas ni formas de vida, eso enriquece el intercambio. Salir de la zona de comodidad, entrega habilidades y experiencias que pueden sorprenderte”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
