La conferencia inaugural estuvo a cargo de la investigadora de la Universidad Católica de Lovaina, Dra. Machteld Vandecandelaere, quien abordó la importancia de enseñar a los estudiantes a «razonar sobre los conflictos». Durante su intervención, Vandecandelaere presentó una tipología de las controversias, clasificando los conflictos en cuatro categorías: controversias científicas, controversias sociales, negación científica y temas sensibles.
En el marco de la inauguración del año académico 2025 de sus programas de posgrado, la Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) contó con la participación de la Dra. Machteld Vandecandelaere, académica de la Universidad Católica de Lovaina y experta en los campos de la psicología y la educación. La Dra. Vandecandelaere ofreció la conferencia magistral «Perspectivas on reasoning about controversial issues in secondary education«, en la que abordó cómo la creciente diversidad y los complejos contextos sociales impactan en la enseñanza y la investigación, proponiendo una reflexión profunda sobre la educación del futuro.

La intervención de la académica se centró en cómo la atención a los temas controvertidos ha aumentado no solo en la investigación, sino también en las aulas. En su exposición, destacó cómo factores evolutivos como la “superdiversidad” en las clases, los cambios en la moralidad y el impacto de las redes sociales están reconfigurando el panorama educativo. En este contexto, la especialista subrayó la importancia de enseñar a los estudiantes a “razonar sobre los conflictos”. Según la académica, este enfoque es esencial no solo para el desarrollo de habilidades cognitivas, sino también para formar ciudadanos comprometidos con los problemas sociales y éticos del mundo contemporáneo.
«La superdiversidad se refiere a un alto nivel de diversidad dentro de las poblaciones migrantes, que incluye diferencias en origen, lengua, legislación, religión e historia migratoria. Esta diversidad, claramente, entra al aula, lo que genera una población estudiantil con perspectivas y referencias muy distintas. Los estudiantes no solo se diferencian en su visión del mundo, sino también en los medios que consumen. Esta complejidad puede generar conflictos, fricción, confusión y polarización dentro del aula«, explicó la Dra. Vandecandelaere.
“Hoy resulta más difícil para los estudiantes discernir qué debe considerarse correcto o incorrecto, especialmente cuando se les pide que desarrollen sus propios juicios morales. En este sentido, los medios sociales, sus algoritmos y esos espacios virtuales donde los participantes se encuentran con información que refuerza sus creencias preexistentes, a través de la repetición— juegan un papel crucial. Contribuyen a una mayor polarización, ya que, si un individuo sigue consumiendo contenido similar, sus creencias se ven reafirmadas, creando un ciclo de confirmación. Por lo tanto, es esencial prestar atención a estos fenómenos dentro de la educación y la investigación, ya que su impacto sobre la percepción de la realidad de los estudiantes es cada vez más relevante», agregó Vandecandelaere.
La educación en tiempos de controversia y diversidad
Otro de los puntos clave de la exposición que ofreció Vandecandelaere, fue la tipología de las controversias, quien clasificó los conflictos en cuatro categorías: controversias Científicas (debates dentro del ámbito académico y científico, donde los expertos no llegan a un consenso sobre un tema determinado); controversias sociales (conflictos que surgen en la sociedad debido a temas que involucran valores, creencias o principios morales); negación Científica (involucra la negación o el rechazo de hechos científicos establecidos, como la negación del cambio climático o de la teoría de la evolución) y temas sensibles (tocan áreas personales o emocionales de las personas, como la religión, los derechos humanos, la identidad de género, o la ética).

“Vemos una polarización creciente, especialmente debido a los ecosistemas creados por las redes sociales, donde los jóvenes consumen información que solo reafirma sus creencias previas, lo que dificulta la capacidad de diálogo”, afirmó la académica. Este fenómeno, según ella, es crucial para comprender los desafíos pedagógicos actuales, donde la enseñanza de temas controvertidos debe ser manejada con un delicado balance entre la evidencia científica y el respeto por la diversidad de perspectivas.
La importancia de formar ciudadanos críticos
Vandecandelaere también destacó la evolución de los objetivos educativos hacia la formación de ciudadanos conscientes, enfatizando el desarrollo de competencias clave para la vida, como la capacidad de argumentar y tomar decisiones basadas en información confiable. “El conocimiento ya no es solo transmitir hechos, sino también enseñar a los estudiantes a pensar críticamente sobre los temas que afectan a la sociedad”, añadió la Dra. Vandecandelaere.
La conferencia culminó con una invitación a los estudiantes y académicos presentes a reflexionar sobre cómo posicionan sus propios temas de investigación o enseñanza en esta tipología de controversias. En su cierre, la Dra. Vandecandelaere instó a los futuros pedagogos a integrar estas realidades complejas en sus prácticas y a prepararse para ser facilitadores de conversaciones críticas en las aulas.
Con esta actividad, la Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso inauguró su año académico 2025, reafirmando su compromiso con la formación de profesionales capaces de enfrentar los desafíos del sistema educativo actual. A través de programas como el Magíster en Liderazgo y Gestión en Organizaciones Escolares, la Escuela sigue promoviendo la excelencia y la justicia en la educación.











